domingo, 18 de diciembre de 2011

El aprendizaje de las personas mayores

En el aprendizaje de las personas mayores, al igual que en cualquier otro sector de población, es imposible adquirir conocimientos si no existe voluntad de hacerlo, es decir, para aprender hace falta un mínimo de intencionalidad. En el ámbito de la enseñanza universitaria para mayores este aspecto se da ampliamente, ya que sus usuarios son personas que acceden a ella voluntariamente. Sin embargo, hay que anticiparse a posibles fracasos y frustraciones futuras y para ello es importante trabajar el sentimiento de que son capaces de aprender el manejo de algo, que a veces se presenta como lejano a su experiencia cotidiana, como son las nuevas tecnologías, y ello con un nivel semejante al de cualquier otra persona que realmente quiera adquirirlos. Es decir, hay que estar atentos para que puedan superar los fuertes bloqueos ante el aprendizaje de la informática y de las nuevas tecnologías en general que en ocasiones aparecen.

En este sentido, algunos principios que tenemos que tener en cuenta en el aprendizaje de las personas mayores, y que además, en su mayoría podrían ser aplicables a cualquier otro colectivo, son los siguientes (Pavón,2003; Barroso y otros, 2002):
·                       La motivación sobre el aprendizaje que se haga es algo clave a la hora del éxito de la actividad
·                       Se motivan para aprender cuando descubren necesidades que se pueden llegar a satisfacer mediante ese aprendizaje.
·                       El acompasamiento del aprendizaje a la evolución física del cerebro y al desarrollo evolutivo en general de cada persona en cada momento de su vida. Es decir, tener en cuenta las diferencias individuales.
·                       El aprendizaje debe estar en relación con lo que el alumno ya conoce y pueda evolucionar en su conocimiento para abarcar nuevos contenidos.

Los pensamientos, ideas, inquietudes, experiencias, intereses de la persona que aprende, deben ser el punto de arranque que sirva de base para la construcción de nuevos conocimientos.
La orientación del aprendizaje adulto debe dirigirse hacia situaciones reales. El análisis de la propia experiencia es la mejor metodología.
El aprendizaje del manejo del ordenador en muchas personas mayores, conlleva temores, miedos y autocensuras, debido a: a) la inseguridad e incluso la vergüenza que para algunas de estas personas supone reconocer que no saben nada; b) no haber experimentado antes (como les sucede a muchos niños y jóvenes) la facilidad de uso en juegos y programas de ordenador; c) el miedo a perder el control sobre el ordenador y no saber qué hacer con él para conseguir un determinado objetivo; d) no haber experimentado las ventajas del aprendizaje a través del método por ensayo-error; e) haber tenido una mala experiencia de aprendizaje o f) sentirse desbordado ante tanta información que debería conocer y que no domina...etc. (Casanova y Pavón, 2002).

Teniendo en cuenta estos hechos, algunos de los objetivos de la enseñanza para adultos que marca VI Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores (Universidad de Alicante, 2002) son entre otros:
·                       que suponga una experiencia gratificante para los alumnos mayores, es decir, que "disfruten" asistiendo a los cursos.
·                       que puedan verla como acicate de realización personal.
·                       que sirva de ayuda en la comprensión de los problemas y realidades contemporáneas.
·                       que permita adquirir competencias personales, tanto intelectuales como para poder atender por sí mismos a las necesidades de salud, ocio, vida cotidiana..
·                       que sea estímulo y garantía de mantenerse activos física y psicológicamente.
·                       que facilite recursos para la adaptación al cambio y la resistencia al desconcierto.
·                       que oriente al ejercicio positivo de la solidaridad y la convivencia.

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